¿Sabías que...?

La noche de la conquista de Sevilla frente a los almohades en 1248 el rey Fernando III de Castilla pernoctó en la posada que había en este lugar junto a la puerta almohade “Bab Yahwar”, y aquí instaló sus caballerizas reales, por lo que se la conoce como la "Casa de una noche", en cuyo homenaje el edificio contiene en su fachada un gran azulejo del siglo XVIII representando al rey “santo”.

El 22 de diciembre de 1248 el rey almohade de Sevilla Axataf entregó las llaves de la ciudad al rey castellano Fernando III.

La muralla de la ciudad de origen romano pasaba a escasos metros de la fachada con el acueducto de los Caños de Carmona, hasta que en 1860 fue derribada. El acueducto abasteció a Sevilla de agua potable hasta mediados del siglo XIX y cuyos restos pueden verse aún en la colindante Plaza de Refinadores en dirección a los Reales Alcázares donde finalizaba. Por ser la “Casa de una Noche” el rey Fernando III “el Santo” concedió a ésta casa a mediados del siglo XIV el privilegio de disponer gratuitamente de suministro de agua, benefició que duró seis siglos ininterrumpidamente hasta mediados del siglo XX, cuando el ayuntamiento de Sevilla le retiró dicho privilegio.

Este lugar era el acceso al gran cementerio judío de Sevilla, y testigo del terrible pogromo contra los judíos de 1399, en el que los cristianos soliviantados por el deán de Écija arrasaron el barrio asesinando a la mayoría de sus habitantes y apoderándose de sus bienes y viviendas, siendo éste el primer holocausto de hebreos en Europa. En el colindante parking pueden verse musealizadas varias de las tumbas del gran cementerio judío.

Vista de la Puerta de la Carne dibujada por Richard Ford en 1834, tras la portada se puede atisbar el palacio de Buenavista

La "Puerta la Carne" recibe este nombre por ser el acceso a las Carnicerías Reales, o “Perneo”, el gran matadero, que se encontraba extramuros en el lugar donde hoy está la sede de la Diputación de Sevilla. Por ésta puerta se introducía la carne en la ciudad previo pago de los arbitrios o portazgos correspondientes.

Bajo el gobierno liberal en 1864 el ayuntamiento ordenó derribar casi toda la muralla de la ciudad y sus puertas para permitir la modernización del tráfico y los accesos, pero a pesar del derribo de la gran puerta, el lugar conservó su nombre hasta hoy.

Única fotografía conservada de la Puerta de la Carne antes de su derribo en 1864. Detrás de las almenas puede verse la parte superior del Palacio de Buenavista.

En 1874 en este el lugar donde se instaló la gran barricada de resistencia del “Cantón de Sevilla” frente a las tropas del general Pavía. La tradición nos dice que durante el bombardeo y duro asedio las mujeres de la Puerta de la Carne inventaron los “soldaditos de pavía”, las conocidas pavías de bacalao, para poder dar alimento a los milicianos cantonalistas resistentes mientras combatían, los cuales cayeron muertos tras el asalto del ejército. Señales de balazos aún se conservan en el gran azulejo de la parte superior del edificio que representa al rey Fernando III.

Barricada en este mismo lugar el 31 de julio de 1873 ocupada sangrientamente por las tropas del general Pavía tras la derrota de los cantonalistas sevillanos.